Como ya tratamos anteriormente, vivimos inmersos en una realidad digital que condiciona nuestra vida en casi todos los ámbitos. Es indudable que el software controla nuestro día a día mediante objetos programables. En base a esto, ser capaz de manejar el lenguaje de las computadoras se ha convertido en una habilidad indispensable, casi tanto como una nueva forma de hablar, que nos permite participar de forma efectiva en la era digital que nos rodea.
Impulsar a los pequeños de la casa al fascinante mundo de la programación será un gran paso para ellos, puesto que ahora es cuando se abre la puerta a utilizar herramientas mucho más potentes debido a que la lectoescritura ya está afianzada en la mayor parte de los casos. Además, podemos usar las distintas herramientas de programación para promover la inteligencia lingüística, la matemática y la espacial. Es importante en esta etapa darles la libertad suficiente mediante herramientas en las que ellos empiecen a tener el control de la situación, aumentando considerablemente los niveles de creatividad.
En primer lugar tenemos «Code.org», una excelente introducción a la programación, debido a sus múltiple tutoriales, basados en juegos o películas como Star Wars o Frozen. Una vez que hayan completado dichos tutoriales, estos les proporcionarán una base de programación por bloques para así poder utilizar con el tiempo otros lenguajes más potentes.
Si en infantil hablábamos de «Scratch Jr», en esta etapa hablaremos de su hermano mayor «Scratch», una de las principales plataformas de programación educativa del mundo. Es un programa que está diseñado para los 8 años en adelante, pero es posible y recomendable empezar a utilizarlo a partir de los 6 años. Es una herramienta compleja, ya que tendrán que pensar qué quieren hacer y, en ocasiones, se estrujarán el cerebro para llegar al fin, pero muy fácil de usar. Lo mejor de este juego es que no ocurre nada si algo se hace mal, de hecho, se aprende fallando, corrigiendo, probando hasta que al fin consiguen lo que quieren.
Por último tenemos a «Tynker», otra herramienta basada en la programación en bloques que incluye una amplia variedad de objetivos a conseguir, como juegos, creaciones artísticas o historias, lo que la hace altamente atractiva para los niños de 8 años, sobre todo.
A partir de los 10 años aparecen nuevos entornos con los que abordar otros enfoques para seguir desarrollando sus habilidades, aunque podrán seguir utilizando algunas de las herramientas anteriores como es el caso de «Scratch», puesto que su potencial es suficientemente amplio como para aprovecharlo durante más tiempo.
Si cambiamos los bloques por el texto tenemos «Code Monkey», el cual les ayudará a escribir las primeras líneas de código siguiendo el modelo de un juego, más que de un entorno de programación profesional. Un mono que deberá ir recogiendo plátanos y que, para moverlo, deberán ir escribiendo el texto de determinadas instrucciones sencillas.
Queda claro que en los últimos años estamos viviendo una implosión de herramientas diseñadas para introducir a los niños a partir de edades muy tempranas en los fundamentos de la programación.
Si bien es cierto que nuestros jóvenes están dotados de una amplia familiaridad a la hora de interactuar con las nuevas tecnologías, eso no significa que las sepan utilizar para crear y expresarse. Está en nuestras manos introducirles en este mundo para que puedan dejar de usar la tecnología y aprendan a descifrarla, desarrollando una serie de capacidades que les resultarán de gran utilidad para enfrentarse a los retos que les esperan tras su etapa escolar.
No te puedes perder en próximas semanas el siguiente post, en el que pondremos a vuestra disposición las herramientas más importantes en el mundo de la programación para la etapa de Secundaria.
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