A finales del mes de mayo, la compañia ondinense Ownfone puso a disposición del público el primer teléfono que pueden manejar personas dentes y con dificultades visuales.
La impresión 3D proporciona una manera rápida y rentable para crear botones personalizados de Braille.
Para su fabricación hacen uso de impresión 3D, por lo que es posible personalizar los contactos que queremos usar. De esta forma, el usuario del teléfono sólo tiene que presionar el botón del contacto al que quiere llamar, haciendo de él uno de los teléfonos más fáciles de usar del mercado.
En 2012, lanzaron su primer teléfono, siendo uno de los primeros parcialmente impreso en 3D del mundo. Un año después, la compañía lanzó una versión especial para niños llamado 1stFone, un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito con botones programables para los contactos más importantes, en este caso, reservado a progenitores.
El equipo solamente ha salido a la venta en Reino Unido, donde se coloca bajo un precio de 60 libras (unos 74 euros al cambio). Esperemos que se animen a llegar a más países y lo veamos pronto por otros mercados.
¿Os parece un buen avance?
Más información: Ownfone