Este martes día 17 de febrero se ha puesto en boca de todos un debate con respecto a la confidencialidad de los datos y el acceso a los mismos, tras la negativa de Apple a la orden judicial dictada, donde se pedía que se saltaran todas las barreras de seguridad para que el FBI accediera libremente a los dispositivos de la compañía.
Primero pongámonos en antecedentes, el 2 de diciembre de 2015 se produjo un tiroteo en San Bernardino, California, un matrimonio acabo con la vida de 14 personas y dejó a 22 gravemente heridas. Este acto fue considerado como el segundo asesinato en masa más grave ocurrido en California.
Los tiradores antes de realizar el ataque destruyeron todos los aparatos electrónicos, a excepción de un Iphone 5C.
Ante este suceso Apple se puso en contacto con el FBI para ofrecer toda la ayuda posible, es en este punto donde se complica el asunto. El FBI pidió a la compañía que creara una versión de su software que se saltara las medidas de seguridad de sus IPhone, en definitiva que desbloque cualquier terminal de la compañía.
La contestación de Apple no tardó en llegar por parte de su CEO, Tim Cook, quién mostró su desacuerdo con la orden judicial a través de un comunicado.
En su web explican que no están dispuestos a llevar a cabo este software ya que amenaza la seguridad de sus clientes poniendo en riesgo toda su información.
«Oponerse a esta orden no es algo que hacemos a la ligera. Debemos enfrentarnos a lo que creemos que es una extralimitación del gobierno de Estados Unidos.», declaró Tim Cook.
A esta postura no han tardado en sumarse Google y Whatsapp, quienes apoyan y defienden la postura tomada por Apple.
Es inequívoco que los temas de privacidad y seguridad de los datos nos afectan a todos.
¿Hasta qué punto se podría garantizar el control de este software, en caso de que finalmente se creara? ¿Qué ocurriría si cayera en manos equivocadas?